Tal como hemos mencionado en anteriores publicaciones de nuestro blog, la gestión del desempeño es el proceso de monitorear y evaluar el desempeño de los empleados para asegurarse de que cada uno cumpla con los estándares necesarios definidos por la planificación de la sucesión.
La evaluación de desempeño constante y oportuna es importante porque garantiza que los colaboradores reciban retroalimentación siempre que la necesiten y no cuando ya es demasiado tarde. Evaluar constantemente el desempeño de tu gente permite realizar cambios en tiempo real, reducir los errores persistentes y aumentar las habilidades más rápido.
Muchos procesos de gestión del desempeño son actualmente un tipo de trato "único y hecho" basado en revisiones de desempeño anuales o semestrales. Sin embargo, en PeopleNext creemos que debe ser un proceso constante que evolucione para cada puesto dentro de la empresa.
Cuando hablamos de una gestión del desempeño continua, no nos referimos a una revisión de desempeño única, sino a una evaluación continua que permite obtener comentarios de manera frecuente para mejorar todos los días.
El 90% de los profesionales de recursos humanos considera que una combinación de comentarios del gerente de un empleado y de otros en una organización crea una imagen más precisa del desempeño del empleado.
Sin embargo, en demasiadas empresas, el sistema de gestión del rendimiento es lento, inestable o simplemente está completamente roto. En el mejor de los casos, estas organizaciones no están operando de la manera más eficiente o eficaz que podrían. En el peor de los casos, los cambios en las tecnologías, los mercados o los entornos competitivos pueden dejarlos incapaces de responder.
Una sólida gestión del rendimiento se basa en el simple principio de que "lo que se mide se hace". En un sistema ideal, una empresa crea una cascada de métricas y objetivos, desde sus objetivos estratégicos de alto nivel hasta las actividades diarias de sus empleados de primera línea. Los gerentes monitorean continuamente esas métricas y se involucran regularmente con sus equipos para discutir el progreso en el cumplimiento de los objetivos. Se premia el buen desempeño; el bajo rendimiento desencadena una acción para abordar el problema.
¿Dónde van las cosas mal? En que simplemente la gestión del desempeño no es parte de las actividades regulares de los gerentes y profesionales de recursos humanos.
Todos sabemos que la retroalimentación en tiempo real es más valiosa que la retroalimentación entregada meses después del evento. Las revisiones anuales de desempeño pueden cubrir la retroalimentación, pero es probable que aborden el comportamiento o los hábitos exhibidos hace meses. Desde entonces, el comportamiento desfavorable probablemente se habrá convertido en un hábito y el comportamiento favorable nunca recibió el reconocimiento que merecía.
Esto simplemente no es lo suficientemente bueno para las empresas de ahora. Hoy en día, los empleados están acostumbrados a recibir comentarios en tiempo real y merecen recibirlos en el lugar de trabajo.
¿Cierto?
Con reuniones más frecuentes, los gerentes tienen más oportunidades de intervenir y abordar los problemas de desempeño. También pueden brindar un reconocimiento muy necesario, algo que tiene un gran impacto en el compromiso de los empleados. Esta comunicación fluida es exactamente de lo que se trata la gestión continua del rendimiento.
Cuando se evalúa constantemente el trabajo de los empleados los gerentes pueden comunicarse con estos de una manera más interactiva y ambas partes podrán dar y recibir comentarios relevantes. Todo el ciclo de gestión del rendimiento es más eficaz y sostenible, ya que ambas partes se benefician de una conversación regular.
En lugar de agrupar todos los elogios y críticas en una evaluación anual o semestral, los problemas se abordan a medida que aparecen y el cambio se implementa lo antes posible. Esto le permite a la empresa enfocarse en oportunidades futuras en lugar de recopilar todos los problemas y errores que se acumulan a lo largo del año.
Los empleados saben exactamente dónde se encuentran y porque recibirán un estímulo u orientación significativos en función de la finalización de sus tareas diarias. Los gerentes tienen una imagen más completa de la capacidad y el desempeño de los empleados. Los ajustes del curso se pueden realizar de manera oportuna, lo que permite mejorar el desempeño y el compromiso con los empleados.
La evaluación de desempeño constante permite a los gerentes detectar si el desempeño de los empleados no está mejorando debido a la falta de habilidades o brechas dentro de la organización. Una vez que se identifican, la empresa puede implementar capacitación para desarrollar a los empleados o contratar para cubrir los roles necesarios.
Una parte importante del proceso de desempeño continuo es la comunicación constante con gerentes y empleados. Mejorar la comunicación en el lugar de trabajo puede traer muchos beneficios a su organización, como una mayor productividad y lealtad.
Hay muchos programas que ayudan con el rendimiento continuo y proporcionan herramientas para facilitar la comunicación. Estas herramientas pueden incluir funcionalidades como evaluaciones, reseñas de empleados, encuestas, reconocimiento, etc.
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