Con el paso de los años, las tecnologías han desafiado las barreras de la comunicación hasta el punto de superarlas y cambiar la manera en cómo interactuamos con las personas. En el ámbito empresarial ocurre lo mismo, los modelos de comunicación estrictamente formales y centralizados se han dejado a un lado para dar paso a nuevas herramientas que nos ofrezcan una mayor fluidez e inmediatez en la difusión de la información, como lo son las redes sociales corporativas.

La incorporación exitosa de un nuevo empleado a la organización implica mucho más que la firma de un contrato. El proceso onboarding es uno de los más importantes a la hora de adicionar nuevos talentos para una organización y su principal objetivo es que los colaboradores se adapten a la empresa de una manera efectiva y alcancen el mayor nivel de productividad en el menor tiempo posible. 

Las organizaciones se enfrentan cada vez más a retos que implican la retención de su capital humano, por lo que la ejecución de planes estratégicos para integrar nuevos empleados después de un proceso de reclutamiento y convertirlos en miembros productivos en el menor tiempo posible es una tarea cada vez más crítica para los departamentos de recursos humanos.

La generación nacida en la década de 1980 y principios 90 (llamados Generación Y, o más comúnmente Millennials) representan el 25% (30 millones) de la población mexicana, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) citados por un artículo publicado en Forbes,   y pronto se convertirán en la mayoría de los trabajadores de América Latina.

En muchas ocasiones las empresas ofrecen diversos programas de capacitación a sus empleados, con el objetivo de mejorar su desempeño individual y, por ende, su nivel de productividad en la compañía. Sin embargo, existen trabajadores que por razones  internas o externas  no culminan sus programas, por lo que se hace indispensable saber cómo motivarlos para que concreten el plan educacional que se les oferta.

Detrás de toda empresa verdaderamente exitosa existe un equipo de empleados dispuesto a ejecutar su trabajo de la mejor manera posible, pero para que esto suceda es importante que ellos perciban que la empresa también valora y recompensa el esfuerzo. 

La motivación laboral conduce a los empleados a elevar y mantener su nivel de producción, lo que repercute en la calidad de la organización que, a su vez, ayuda a generar mayor cantidad de resultados positivos en todos los ámbitos.

A la hora de reclutar nuevos talentos y encontrar a la persona ideal para llenar una vacante, contratar al mejor colaborador es el principal reto de todas las organizaciones.

El reto actual de los líderes de las áreas de capital humano asi como de los dirigentes de las organizaciones es lograr que cada uno de sus colaboradores se encuentren identificados con la misma, de tal forma que actúen como socios y participen de manera activa a nivel personal, grupal y organizacional buscando la mejora continua para su beneficio y crecimiento profesional así como el de la empresa.

Seguramente has escuchado que una ventaja competitiva con la que pueden contar las empresas es el capital humano que la conforma; sin embargo, aunque muchas organizaciones están poniendo un gran énfasis en mejorar y optimizar sus procesos de reclutamiento para asegurarse de atraer al talento más apto para sus necesidades, es importante que no pierdan de vista el siguiente paso ya cuando el colaborador es parte de la plantilla, buscar su desarrollo y retención.