Atraer y contratar a los mejores profesionales del mercado es una gran manera de asegurar el éxito en cualquier tipo de negocio. El proceso de selección de empleados es una de las actividades que genera mayor impacto en la productividad de las organizaciones y la realidad es que cada vez resulta más complicado para los reclutadores atraer al mejor talento ¿La razón? Aunque se logre obtener una gran cantidad de curriculums no siempre son los candidatos con más talento o simplemente no son los adecuados para cubrir las vacantes promocionadas.

Como líder de talento y reclutador, mantenerte al día con las tendencias en el área te permite prepararte y hacer frente a la ola de cambios organizacionales que afronta tu empresa. Mientras la mayoría de los negocios prevén un aumento en sus contrataciones, tu trabajo como parte del área de recursos humanos debe enfocarse en mejorar el proceso de reclutamiento en tu empresa y darle el valor productivo que necesita para conseguir a los profesionales más competitivos. Más allá de buscar y cubrir vacantes, el reclutamiento debe ir enfocado en atraer profesionales adecuados para marcar la diferencia y superar a los competidores.

La motivación y del establecimiento de metas es un tema que no puede ser dejado a un lado. Establecer objetivos es sumamente importante para guiar a la empresa y a los empleados hacia el camino correcto, mientras que la motivación es indispensable porque funciona como catalizador psicológico para el equipo de trabajo. Una empresa sin metas motivadoras es una empresa sin propósito ni dirección.

La fijación de objetivos es una actividad crucial e indispensable para el crecimiento profesional y personal de los colaboradores. Como líder de negocios, ayudar a los empleados a establecerse y lograr sus metas es fundamental, ya que éstos quieren ver cómo su trabajo contribuye al logro de los objetivos de la empresa al mismo tiempo que se desarrollan profesionalmente.

Administrar el talento humano de una compañía parece, a simple vista, una actividad sencilla. Sin embargo; la complejidad de los negocios, la invención de las tecnologías y la diversidad del mercado laboral conlleva a que los grandes empresarios o CEO’s enfrenten obstáculos al momento de gestionar el talento humano de sus negocios: Talento insuficiente en las organizaciones, falta de liderazgo, falta de alineación de los objetivos del negocio e individuales, baja satisfacción y compromiso por parte del recurso humano y altas tasas de rotación son algunos de los problemas que día a día enfrentan los encargados de esta importante área.

Anteriormente el concepto de éxito y productividad estaba mayormente ligado a los recursos financieros o capacidades tecnológicas de un negocio. Sin embargo, con el pasar de los años esta creencia ha cambiado y cada día son más los negocios que apuestan y depositan toda su confianza en la fuerza de trabajo o empleados con los que cuentan, considerados como motor principal e indispensable para el cumplimiento de los objetivos empresariales, productividad y prosperidad del negocio.

Hoy en día, gran parte de la competitividad y el éxito que obtienen las organizaciones están basados en un aspecto del cual es fundamental tener cuidado: El capital humano. Este es uno de sus principales activos y por lo tanto es indispensable no sólo buscar que se encuentre debidamente capacitado y motivado para desempeñar sus funciones de la manera más óptima, sino que también es importante buscar desarrollarlo internamente.

Una de las labores más importantes de un gerente es desarrollar habilidades en su equipo de trabajo, las cuales les permitan tener un excelente desempeño laboral. Un líder debe ayudar a cada uno de los miembros de su equipo a establecerse objetivos que sean alcanzables, que estén alineados con los de la empresa y que incrementen su motivación y éxito a nivel profesional.

Organizar todas las actividades que conciernen al capital humano se ha convertido en un gran reto para los profesionales de recursos humanos hoy día. El proceso administrativo y transaccional que demanda la gestión del talento, es una tarea que no puede ser dejada a la improvisación, ya que se requiere de gran organización.

Para algunas empresas asumir el tema de ausencias laborales se ha convertido en una actividad ignorada, hasta el punto en que su responsabilidad ha caído completamente en los supervisores inmediatos; quienes a menudo, son las únicas personas conscientes de que un determinado empleado está ausente.