Los números no siempre dependen del mercado ni de los procesos, muchas veces, el desempeño del equipo es el factor que marca la diferencia. Evaluar tu productividad, comunicación y alineación con los objetivos es importante para identificar áreas de mejora y potenciar los resultados.
En el día a día, es fácil atribuir el bajo rendimiento a factores externos como la competencia o las condiciones del mercado. Sin embargo, una mirada más profunda revela que el verdadero impacto suele estar en la forma en que trabaja tu equipo.
La falta de claridad, compromiso o seguimiento puede frenar incluso las mejores estrategias. Por eso, comprender cómo medir el desempeño y liderar con foco en resultados se vuelve esencial para cualquier líder o responsable de equipo.
Tabla de contenido
- Antes que nada, ¿Qué podemos decir sobre el bajo desempeño laboral?
- ¿Los resultados de tu empresa están siendo afectados? Las señales de bajo rendimiento
- ¿Puedo evaluar el desempeño del equipo? Claro, además del impacto en los resultados
- ¿Cómo mejorar el desempeño del equipo con tecnología HCM? Las herramientas hacen la diferencia
Antes que nada, ¿Qué podemos decir sobre el bajo desempeño laboral?
El desempeño laboral es mucho más que cumplir con tareas: implica calidad, eficiencia y actitud. Evaluarlo permite a las organizaciones identificar qué está funcionando y qué necesita atención, siendo una herramienta fundamental para el desarrollo del talento humano.
Muchas empresas ‘saben’ lo que es un bajo desempeño laboral, pero en realidad no. No se trata sólo de ver qué trabajador no cumple las metas laborales, si no que hay que tomar en cuenta muchas variables, ya que esto le está costando bastante dinero a tu compañía
Según una revisión publicada en la revista Commercium Plus y algunas publicaciones de empresas como Factoral, hay cuatro variables principales que influyen directamente en el rendimiento de una persona dentro de su equipo:
- • Organización empresarial: la estructura interna, la cultura de trabajo y los procesos definidos impactan directamente en cómo se desempeñan los colaboradores.
- • Capacitación: sin formación adecuada, incluso el mejor talento puede estancarse. El desarrollo continuo es vital para un desempeño sostenible.
- • Motivación: la actitud, el entusiasmo y el compromiso marcan una diferencia significativa en la productividad diaria.
- • Actitudes personales: comportamientos como la responsabilidad, la proactividad o la comunicación también influyen en cómo se abordan las tareas.
Ahora bien, cuando hablamos de bajo rendimiento laboral, nos referimos a un escenario donde un colaborador no está cumpliendo con las expectativas de su rol. Esto no significa simplemente “hacer mal el trabajo”, como ya te lo mencionamos, sino no estar aportando lo que ese puesto necesita, ya sea por errores frecuentes, falta de resultados, o una actitud que afecta al entorno laboral.
Lo importante es entender que el bajo rendimiento no siempre es responsabilidad directa del trabajador. En muchos casos, hay factores detrás como:
❌ Falta de capacitación adecuada
❌ Desmotivación por el entorno o tareas asignadas
❌ Problemas personales que interfieren en lo profesional
❌ Mala asignación de responsabilidades
¿Un mal líder puede ser parte del problema? Lamentablemente, sí
Pero no todo recae en el colaborador. También puede haber bajo desempeño cuando el problema está en la forma en que se lidera. Un liderazgo deficiente, ya sea por falta de claridad, desorganización, comunicación inefectiva o ausencia de seguimiento, puede generar confusión, desmotivación e incluso frustración dentro del equipo.
👉 Cuando no hay objetivos bien definidos o se cambia constantemente de rumbo, los resultados sufren.
De hecho, muchas veces un equipo con potencial se estanca porque no tiene un liderazgo que lo impulse, que detecte necesidades a tiempo o que fomente una cultura de retroalimentación.
Por eso, al evaluar el rendimiento de un colaborador, es fundamental también revisar el contexto en el que se está desarrollando: ¿tiene lo que necesita para avanzar? ¿Está recibiendo guía, reconocimiento y apoyo adecuados? Porque el desempeño no es solo individual, también es consecuencia del entorno que se construye desde la cabeza del equipo.
¿Los resultados de tu empresa están siendo afectados? Las señales de bajo rendimiento
El bajo rendimiento dentro de un equipo puede afectar seriamente los resultados de una empresa. Detectar señales a tiempo permite intervenir antes de que el impacto sea irreversible. Estas son algunas de las señales más comunes, reconocidas por expertos en gestión del talento:
- • Disminución de la productividad: caída en la cantidad o calidad del trabajo entregado, incumplimiento de objetivos o pérdida de eficiencia en tareas habituales. No se trata solo de “hacer menos”, sino de una pérdida de ritmo constante que impacta directamente en los resultados.
- • Aumento de errores: incremento de equivocaciones, necesidad de retrabajos o falta de atención al detalle. Cuando el equipo comete errores con más frecuencia o necesita rehacer tareas, algo no está funcionando bien
- • Falta de iniciativa: pasividad ante los problemas, ausencia de propuestas y escaso interés por mejorar procesos. Un equipo comprometido propone, mejora y se adelanta a los problemas.
- • Incumplimiento de plazos: entregas tardías o falta de fiabilidad en los cronogramas, afectando el ritmo de trabajo del equipo o del negocio. El bajo rendimiento muchas veces se refleja en la incapacidad de seguir un ritmo de ejecución saludable.
- • Quejas frecuentes: reclamos de clientes o conflictos con compañeros, que pueden revelar fallos en la colaboración o comunicación. Comentarios como “no responde”, “entrega tarde”, “no se entiende con el equipo” o “no cumple lo prometido” deben tomarse en serio. A veces estas señales vienen antes de que los datos fríos lo confirmen.
- • Cambios de actitud: desmotivación, falta de compromiso, conductas evasivas o negativas que deterioran el clima laboral. Estos cambios no deben ser ignorados: muchas veces son el reflejo de una necesidad no atendida o un problema sin resolver.
¿Puedo evaluar el desempeño del equipo? Claro, además del impacto en los resultados
Evaluar el desempeño de tu equipo no solo es posible, sino fundamental si quieres tomar decisiones objetivas, motivar con claridad y mejorar los resultados. Más allá de observar cifras globales, existen metodologías y pasos concretos que te permiten entender cómo está rindiendo cada persona y el equipo en conjunto.
A continuación, te presentamos una guía práctica de seis pasos para hacerlo de manera estructurada y efectiva:
- Fijar objetivos claros y medibles: establece metas específicas, alcanzables y alineadas con las responsabilidades de cada miembro del equipo. Todos deben conocer qué se espera de ellos y cómo se medirá su progreso. Los objetivos claros actúan como brújula y punto de comparación.
- Monitorear la productividad y la eficiencia: apóyate en herramientas de gestión de tareas y proyectos para hacer seguimiento al trabajo realizado. Evalúa no solo el volumen de entregables, sino también la calidad, los tiempos de ejecución y la capacidad de cumplir con los plazos establecidos.
- Realizar evaluaciones de desempeño: implementa evaluaciones periódicas con una mirada 360°: autoevaluación, evaluación de líderes, retroalimentación entre compañeros e incluso del cliente (cuando aplica). Esta diversidad de perspectivas te dará una visión más completa y justa.
- Analizar los resultados: revisa los datos recabados para detectar patrones de comportamiento, errores recurrentes o áreas con bajo rendimiento. El análisis debe enfocarse tanto en lo individual como en dinámicas de equipo: ¿quién necesita apoyo? ¿Qué procesos no están funcionando?
- Comunicar los hallazgos y abrir espacios de retroalimentación: no basta con evaluar: los resultados deben comunicarse de forma constructiva. Es importante reconocer logros, señalar oportunidades de mejora y, sobre todo, abrir el diálogo. La retroalimentación no debe ser unilateral: escuchar a tu equipo también aporta claridad sobre problemas estructurales.
- Implementar estrategias de mejora continua: a partir del diagnóstico, diseña planes de acción concretos: desde capacitaciones y sesiones de coaching, hasta reasignación de tareas o ajustes en los procesos internos. El objetivo no es solo señalar, sino acompañar el cambio con herramientas que realmente ayuden.
¿Cómo mejorar el desempeño del equipo con tecnología HCM? Las herramientas hacen la diferencia
Cuando se trata de impulsar el rendimiento de un equipo, contar con la tecnología adecuada marca un antes y un después. Las soluciones de gestión del capital humano (HCM, por sus siglas en inglés) permiten no solo evaluar el desempeño de manera objetiva, sino también detectar patrones, personalizar estrategias y actuar a tiempo.
Plataformas como SAP SuccessFactors ofrecen un enfoque integral para gestionar el talento, integrando herramientas importantes como:
- - Evaluaciones 360 grados: recopilan información desde múltiples ángulos (autoevaluación, supervisores, compañeros, incluso clientes), generando una visión completa del desempeño individual y grupal.
- - Encuestas de clima laboral: miden el nivel de compromiso y satisfacción del equipo, lo que ayuda a entender cómo se sienten los empleados en relación con su entorno y liderazgo.
- Feedback entre colegas: el intercambio constante de retroalimentación horizontal ayuda a reforzar una cultura de mejora continua y colaboración.- - Indicadores clave de rendimiento (KPIs): facilitan la medición objetiva del progreso en relación con metas específicas, permitiendo identificar a tiempo cualquier desviación.
- - Análisis de datos y dashboards inteligentes: detectan tendencias, predicen riesgos de rotación y optimizan la toma de decisiones estratégicas en Recursos Humanos.
Además, hoy en día la inteligencia artificial ha transformado por completo la forma en que evaluamos el rendimiento. Gracias a algoritmos avanzados, SAP SuccessFactors puede analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real, detectar patrones ocultos, anticipar problemas y ofrecer recomendaciones personalizadas para cada colaborador. Esto permite a los líderes tomar decisiones más informadas, precisas y rápidas, basadas en datos concretos y no solo en percepciones.
Al implementar una solución HCM como SAP SuccessFactors, las empresas logran alinear mejor los objetivos organizacionales con el desempeño individual, mejorar la toma de decisiones y fortalecer el desarrollo del talento en todos los niveles.
Detectar el rendimiento a tiempo no solo resuelve problemas, también abre oportunidades. Con las herramientas adecuadas, Recursos Humanos puede pasar de reaccionar a liderar estratégicamente.
👉 Conoce cómo una solución HCM puede ayudarte a transformar el potencial de tu equipo y agenda una consultoría para descubrir cómo adaptar SAP SuccessFactors a las necesidades de tu organización.
Oscar Pérez | Director PeopleNext | SAP SuccessFactors México